lunes, 31 de enero de 2022

PERRO PAMPLONA - 3

 


      Saluditos de nuevo amigos. Como ya os conté en mi anterior reportaje, todavía ando arrastrando esa serie de complicaciones familiares que me han absorbido casi totalmente en estos meses pasados. En aquella publicación os comentaba, que mi intención para el siguiente reportaje, sería la de grabar una Felicitación Navideña cargada de humillación, a costa de mi tarado y medio subnormal Porky. Desafortunadamente y por diversas circunstancias que no vienen al caso enumerar me ha sido imposible realizar esa grabación y de verdad que lo siento, porque hubiera resultado muy divertida a la par que degradante para el cerdo, pero claro, hacerla ahora quedando tan lejanas las Navidades ya no le veo sentido y pienso que quedaría fuera de lugar. No obstante, me reservo la idea para el próximo año, porque estoy segura de que no os dejará indiferentes.

 



     Debido a no haber podido llevar a cabo el mencionado proyecto navideño, retomo de nuevo la narración de la tercera y última parte sobre las sesiones de humillación y sometimiento a las que fueron sometidos "Perro Pamplona" y Porky.

 


     Como en los dos reportajes anteriores, tampoco en esta ocasión me voy a extender en demasía con mis explicaciones, porque tanto las fotografías como el vídeo que ilustran el relato, son lo suficientemente esclarecedores de lo que sucedió en la sesión.

 


     Yo me lo pasé genial contemplando a los dos putos perros en los papeles de macho y hembra copulando, me calentaba observar como el animal más activo montaba a la perrita amariconada intentando preñarla. Por aquel entonces yo todavía no lo tenía demasiado claro, pero en mi fuero interno bullía la idea de amariconar al puerco de mi marido y a pesar de que todavía estaba en proceso de la reconversión de su pene a la miseria que hoy ostenta, ya me resultaba casi imposible verlo como hombre y para que tal sentimiento se hiciera más patente, mi mayor pretensión y objetivo se centraba en conseguir feminizarlo y convertirlo en una mariquita tragona. Para alcanzar tal fin, la actitud viciosa y predispuesta de "Perro Pamplona" me resultó altamente beneficiosa y excitante a la par que estimulante y disfruté muchísimo al verlo aprovecharse y disfrutar mientras enterraba su dura verga en el ojete de la puta maricona, usándola como un objeto caliente.

 



     En aquellos momentos, yo todavía no ostentaba la experiencia de Dómina que con el transcurso de los años he alcanzado. A pesar de ello, la sesión se desarrolló por unos cauces lo suficientemente viciosos y dominantes, dando como resultado el que "Perro Pamplona" se fuera a su ciudad con el rabo entre las piernas, pero contento de las formas en que fue degradado y humillado. Prueba de ello, son la cantidad de mensajes que posteriormente ha ido enviando solicitándome ser de nuevo sometido y doblegado por mí.

 



     Hace como un par de años estuve a punto de volver a darle la oportunidad de estar a mis pies, pero una serie de mensajes desafortunados por su parte, intentando que yo siguiera las pautas de sus fantasías, malograron esa oportunidad que le había sido negada reiteradamente, debido sobre todo, al comportamiento que tuvo cuando terminé de darle la segunda sesión y que me defraudó tremendamente. Hasta el día de hoy "Perro Pamplona" desconoce la causa de mis negativas a sus peticiones de sumisión, así que en este momento va a saber los motivos que me han ido llevando a mantenerme firme en mi decisión, ya que nunca le quise dar la explicación real de mi decisión.

 


    Como ya os conté, a "Perro Pamplona" tuve la deferencia de proporcionarle dos sesiones en mi "Rincón de la Dominación". También os dije que me pareció un buen esclavo bastante complaciente, aunque no todo lo obediente que según mi criterio debe ser un sumiso, pero aun así me planteé adiestrarlo convenientemente y concederle la posibilidad de someterlo con una cierta asiduidad.

 



     En la primera ocasión que vino a conocerme y en la que en contra de lo que suelo hacer, ya me apeteció darle su primer correctivo. Me trajo (sin haberle pedido yo absolutamente nada), dos o tres tonterías de un valor mínimo. No le di mayor importancia, porque mi mejor regalo siempre ha sido, poseer un esclavo para mi diversión y morbo.

 



    Peeeero... aquí viene el "pero", cuando pasado no demasiado tiempo volvió a acudir ante mí, para recibir su segunda sesión, ocurrió lo siguiente: Como ya sabéis, yo por aquel entonces, llevaba muy poco tiempo en este mundo del morbo, dominación, internet, etc. y debido a esa inexperiencia, tenía un gran desconocimiento en la forma de moverme o comprar a través de la red y todavía mucho más, si la Web venía en otro idioma.

 


     En aquellos momentos me encantaba investigar y aprender el máximo posible buceando en páginas bdsm o morbosas.

 


     Una tarde en que me encontraba embebida navegando por la red del morbo, tratando de ahondar en mi aprendizaje de ese nuevo camino vicioso que se abría para mí, llegó a la pantalla de mi ordenador una página extranjera que llamó mi atención, en ella se podían encontrar bonitos colgantes para mujeres corneadoras o Amas, además de otros artículos muy interesantes. En cuanto los vi, me apeteció hacerme con algunos de ellos, pero al no saber cómo hacer el pedido, me entró una cierta frustración, aunque casi inmediatamente recordé que "Perro Pamplona" posiblemente tuviera más experiencia en ese tipo de compras, como así sucedió.

 



     En aquel momento se me ocurrió la siguiente pregunta: ¿Para qué puede servir un perro esclavo? la respuesta era más que evidente y no hace falta que os diga la respuesta, porque ya la sabéis, así qué sin dudarlo, hablé con el perro y le encargué que pidiera aquellos distintivos que me habían gustado, con la condición de que en el instante en que recibiera dicho encargo me avisara y volviera a verme de nuevo, con el fin de entregármelo y al mismo tiempo recibir la segunda sesión.

 



     "Perro Pamplona" cumplió mi mandato y pocos días después me anunció que ya tenía mi pedido. Le di el visto bueno y acordamos un día y hora para que volviera a desplazarse y me entregara lo que yo le había pedido. Hasta aquí todo correcto y además muy complacida con su servicio, pero lo que me decepcionó tremendamente, fue que al finalizar la sesión y preguntarle el importe de mi encargo (creo recordar que eran como unos 32 euros), no tuvo escrúpulo alguno en cobrarme aquella ridícula cantidad, sin tener en cuenta que se le había puesto en bandeja la posibilidad de halagar con aquel pequeño regalo o tributo a la que él pretendía fuera su Ama. Ya podéis imaginar la cara que se me quedó, tan desconcertada que no tuve la reacción que debería haber tenido, pero de lo que sí me di cuenta, fue de qué con aquella actitud tan tacaña, me estaba demostrando que no había sabido valorarme, ni a mí ni a toda la serie de instrumental empleado para su sometimiento, además de haberse podido beneficiar del uso de mi "Rincón del Sado", lugar donde se desarrolló la sesión.

 



 

     Hoy por hoy, ya llevo mucho recorrido como Dómina y desde luego qué si ahora me ocurriera algo así, no le habría dado opción alguna a tener ese estúpido y rácano comportamiento. De todas maneras y para que este tipo de tacañería no vuelva a sucederme, en muy breve espacio de tiempo voy a colgar en mi blog una serie de CONDICIONES PARA SUMISOS, con el fin de que todo aquel esclavo que desee ser sometido o adiestrado por Ama DANA, tenga muy claro lo que quiero y lo que busco. Ya me he cansado de ese dicho que se dice: "Encima de puta, poner la cama".

 



    Y por ahora nada más, solamente me queda agradecer vuestra fidelidad, porque a pesar del tiempo que he tenido que estar ausente del blog, ya casi se ha llegado a la nada despreciable cifra de 1.100.000 visitas. Quién lo iba a decir, cuando empecé a contaros mi vida actual.