En el viaje que hice el año pasado a Valencia, tuve algunas
experiencias bastante interesantes y morbosas, por lo menos para mi así lo
fueron.
Me habían hablado de la Playa del Saler como un lugar para
poder tener algún encuentro o jueguecito morboso, así que no queriendo perder
la oportunidad de comprobar si era cierto, le dije al ciervo de darnos una
vuelta por allí, por supuesto sin darle la mínima pista sobre mis verdaderas
intenciones.
Antes de salir se me ocurrió que quizás me allanara el camino
algo de publicidad así que ordené al manso se despojara de la camiseta y
permaneciera inmóvil mientras lo marcaba con un tatuaje temporal con la
intención de hacer bien visible su condición de cornudo, por supuesto el cerdo
sin preguntar nada, como sabe que debe hacer, acató mi capricho.
Nos desplazamos hasta la playa que resultó ser más grande de
lo que yo me había hecho idea, preguntando, fuimos recorriéndola hasta llegar a
una zona en la que había gente naturista y que parecía ser el lugar apropiado
para mis intenciones, observé el terreno y me pareció que de surgir algo sería
por una zona de dunas pegada a la parte de los bañistas, así que le ordené al
cabestro que pusiera la toalla por un lugar algo más oculto, además lo pensé
así porque como a unos 50 metros había coches aparcados con bastante movimiento
de hombres y me pareció que desde ellos nos podían grabar algún vídeo o foto y
eso no es lo que yo busco; la privacidad para mi y para quien esté conmigo es
fundamental, luego le dije al cabrón cornudo que se diera una vuelta por donde
hubiera gente de manera que todos pudieran ver el tatuaje que lucía,
obedeciendo lo hizo, con bastante vergüenza todo sea dicho de paso y por
supuesto, cosa que a mi me tiene sin cuidado.
Situada en una pequeña hondonada, pero donde el que pasaba
cerca me podía ver, le dije al manso que me sacara unas cuantas fotos, de esa
forma también llamaba la atención sobre mi, no tardó mucho en haber rondando un
par de chicos, uno de ellos miraba pero no se decidía a acercarse, yo por mi parte
hacía poses y me acariciaba de una forma sugerente y provocativa, estaba
cachonda y me apetecía que sucediera algo, como veis en las fotos al final se
acercó, pero se cortaba mucho con el cabestro sacando instantáneas, así que le
dije que se acercara más a mi, pero dudaba demasiado, así que decidí despedirlo
educadamente.
El otro chico era guapísimo tenía un cuerpo escultural, muy
moreno y fibrado, el comportamiento de ese chaval era diferente, se colocaba no
muy lejos de donde yo estaba, tendía la toalla y se empezaba a tocar la polla,
poniéndosela bien dura y de alguna forma exhibiéndola para mi, yo lo miraba
relamiéndome y sonriéndole, mientras me acariciaba el coñito, pero el chico
tampoco se decidía, solo cambiaba de lugar siempre alrededor mío, pero sin dar
ningún paso hacia delante.
Yo no quitaba ojo de su
miembro, era espectacular y me apetecía mucho tenerlo a mi disposición, pero no
me gusta ser yo quien de todos los pasos, de todas formas y aún en contra de mi
manera de hacer las cosas, mandé al cerdo a que se diera una vuelta por la
playa, una vez desapareció de mi vista le hice un gesto al apuesto mozo para
que se acercara y le pregunté si le apetecía que nos sobáramos y jugáramos un
poco, pero sacándonos alguna foto, me dijo que con fotos no quería, que le daba
miedo, como tampoco me apetecía transigir en todo di por terminado el tema, así
que nos saludamos y cada uno por su lado.
Posteriormente pasó algo bastante curioso, como veis en una de
las fotos ya me levanté para recoger las cosas y marcharnos, había 2 ó 3
caminos de salida de la playa, comenzamos a caminar y vi como en la primera
salida a un lado se ponía este chico a pajearse exhibiendo la hermosa pija,
pasamos de largo y vi con el rabillo del ojo, como iba corriendo por las dunas a
ponerse en la siguiente salida, así que un poco viendo las posibles intenciones
le dije al cornudo de salir por allí, al pasar por su lado, me la mostraba
descaradamente, así que le dije: Que hermosura tienes entre las piernas hijo,
el me sonrío y me dijo si la quieres tocar es toda tuya y puedes hacer fotos
que me fío de vosotros, así que como veis la tomé con la mano y me encantó el
tacto y la dureza de aquel miembro, como podéis ver yo iba ya con la ropa
puesta para marcharme, una ropa nada sexy por cierto, mi intención era
quitármela después y jugar algo más intensamente, pero lo malo fue que la cosa
se me fue de las manos, o más bien se derramó en la mano rápidamente, debía de
llevar un buen calentón porque no me duró nada, que lástima con lo buenísimo
que estaba, como podéis ver no exagero.