En estas fotos que hoy os pongo, os muestro el segundo
cinturón de castidad casero que confeccioné para Porky, en el primero que ya os
mostré, la colita le quedaba bastante holgada en su interior y como
consecuencia de ello, el sufrimiento o castigo resultaba mínimo para el
cornudo, como podéis suponer eso me causaba nula satisfacción, así que usando
un pequeño tapón le hice este artilugio mucho más apropiado para él y para su control
como proyecto de hombre.
Para enclaustrarle el penecito dentro de ese minúsculo
receptáculo, tenía primero que aplicarle hielo en la pollita hasta conseguir
reducirla a la mínima expresión, una vez bien encerrada dentro del pequeño
tapón solo quedaba asegurar las cadenas con los candados quedando de esta forma
totalmente anulada.
Para asegurarme de que funcionaba perfectamente lo ponía como
lo podéis ver con su braguita de volantes que le había comprado unos días antes
y me dedicaba a darle pequeños pellizquitos en los pezones o a mamárselos,
consiguiendo excitar al cerdo al máximo, ya que la muy maricona tiene las tetas
muy sensibles como una buena puta.
Con esa manipulación sobre la carne del animal hacía que su pollita
se pusiera dura, pero al estar tan comprimida dentro del pequeño receptáculo,
conseguía que ese amago de placer se convirtiera en sufrimiento anulando su
pequeña respuesta como hombre y creándole tremenda impotencia.