domingo, 23 de junio de 2019

MI NUEVO NOVIO


Aprovecho esta ocasión, para comunicaros la relación que he comenzado a mantener con mi nuevo novio, lo llamo así porque ya lo considero algo más que un amante pasajero u ocasional.




Cada vez que nos volvemos a encontrar, surge esa familiaridad erótica que da la complicidad de lo ya conocido, eso hace que en escasos segundos me muestre receptiva a sus caricias y besos. Quiero pensar que a él le sucede lo mismo; la dureza de su polla así me lo demuestra.




Pues bien este macho, no es otro que XX, como ya sabéis, lo conocí por primera vez hará un par de meses en el Brief Encounter y pude constatar que desde el primer momento hubo buena química entre ambos, al mismo tiempo que un alto deseo morboso.





Después de los encuentros que habéis podido ir viendo, ese deseo se ha ido acrecentando en mi interior y la complicidad que vamos teniendo, siempre que nos podemos juntar, motiva que la libido se me dispare e inevitablemente termine humedeciendo mi pequeña braguita.





Por otra parte, mi semental va tomando más conciencia del mando que hay que ejercer sobre el cornudo, (sabe que de esa forma me proporciona mucha más satisfacción), haciéndole blanco de algunos desprecios o humillaciones, aunque yo espero y deseo que paulatinamente, vaya aumentando el nivel vejatorio y sea bastante más duro con el hijo de puta sumiso.





Últimamente, siempre que le digo al cabestro que se prepare y se vista con su ropita amariconada para ir a ver a mi hombre, inmediatamente se pone a remolonear y a decirme que si le duele esto o aquello, con la clara intención del muy estúpido de tratar de impedir esa cita. Lo cierto es, que le ha cogido unos celos tremendos, cosa que yo disfruto y además me encargo de acrecentar, con el comentario de que se trata de mi novio y que estoy enamorada de él por su virilidad. El escuchar estas palabras de mis labios aumenta la inseguridad y sufrimiento del astado, contribuyendo con ello a mi mayor placer.




En este último encuentro se dieron situaciones bastantes calientes que voy a tratar de relataros. Cuando llegamos al club, salió a recibirnos XX, entré yo primero y él inmediatamente me abrazó por la cintura dándome un largo beso en los labios, mientras Porky con sus ojos de besugo llorón, se quedaba a dos pasos detrás nuestro. Al soltarme, pasé hacia el interior con el cornudo siguiendo mis pasos, el bobo tendió su mano para saludar a mi chico, (como había hecho en las ocasiones anteriores), mi novio con gesto serio se la retiró bruscamente, mientras le recriminaba humillándolo, el cerdo se quedó desconcertado sin saber que hacer, pero XX, le dijo con voz dominante,
-      ¡Pasa para dentro cornudo y siéntate ahí, sin molestarnos!
Ante la orden autoritaria, el pusilánime poco hombre, obedeció rápidamente, sentándose a un metro de donde estábamos la parejita, besándonos y acariciándonos con ganas, se notaba que los dos deseábamos volver a estar juntos, ya que hacía varios días que no nos habíamos visto. En la barra había dos personas más que no perdían detalle de la morbosa situación.




Después de esos primeros escarceos, le informé a mi macho de la ropa interior que llevaba la maricona y claro como no podía ser de otra forma, tuvo curiosidad por verla, así que sin más dilación le hicimos levantarse, quitarse todo lo puesto y quedarse únicamente con la braguita rosa que llevaba para la ocasión, (los clientes seguían sin perder detalle de la ridiculización del ciervo y de toda la escena, claramente cornuda) lo humillamos entre los dos, riéndonos de sus gordas tetas mientras yo le pellizcaba los pezones de forma dura, causándole daño y haciéndole gemir de dolor.



Le ordené al imbécil que tal y como se encontraba en ese momento, comenzara a sacarme algunas fotos, sacó la cámara de la maletita que siempre lleva a cuestas y empezó primero a tirarme algunas instantáneas en diferentes partes del local, pero inevitablemente en cuanto hizo unas cuantas, mi novio que seguía caliente y deseoso de mi cuerpo, se acercó al taburete donde me encontraba posando y me sacó las tetas sobándomelas y exhibiéndome ante los presentes como un trofeo; en aquel momento, me sentí como una puta con su chulo y me encantó estar en una situación tan viciosa, no contento con eso, subió mi falda, recorriendo mis muslos y comenzó a frotarme el coño por encima de la braguita, calentándome como una perra. A todo esto, el puerco en braguita, continuaba con su labor y miraba con ojos de lechuguino impotente, (Me gustaría saber que sintió el puto cornudo al ver a su querida esposa tratada como una zorra de puticlub). Por su cara de medio hombre acojonado, deduzco que no lo pasó nada bien. ¡Que se joda por nenaza!.







Después de estos jueguecitos, decidimos trasladarnos a uno de los habitáculos del club, seguidos de la maricona; a la cual se le ordenó seguir haciendo fotos sin molestar. Mientras mi novio y yo comenzamos a besarnos de nuevo, al mismo tiempo que nos íbamos despojando de la ropa, la excitación iba a más y eso hacía que la temperatura fuera subiendo, comenzamos a lamer nuestros sexos, saboreando nuestros ardientes fluidos, proporcionándonos el máximo placer.







Aunque todo marchaba de forma súper excitante y morbosa, teníamos presente y muy cerquita al puto cabestro y claro, ya sabéis que no me gusta olvidarme de él, sobre todo para humillarlo y ningunearlo, así que se lo comuniqué a mi macho y nos faltó tiempo, para que los dos al unísono le ordenáramos,
- Deja la cámara y túmbate boca arriba cornudo, con las manos detrás.
Es obvio que obedeció como buen esclavo. Nos subimos los dos de rodillas, dejando entre nuestros muslos, la cara del cerdo, mi novio estaba enfrente mío, tocándome las tetas, besándome los pezones y la boca.







Enseguida XX, empezó a pasarle la polla por toda la cara, el puerco mantenía los labios cerrados, aunque mi hombre se los dibujaba con el líquido preseminal que se escapaba por el pequeño orificio de su hinchado glande.

En cuanto me di cuenta de la falta de cooperación del manso, le grité,
- Abre la boca cornudo y come con ganas el miembro de mi novio, hazlo con cuidado, pónselo bien duro para que luego me folle y me haga disfrutar con más ganas, quiero que tu trabajito sirva para que la penetración sea lo más profunda posible.
El baboso animal obedeció y mi macho alfa introdujo la mojada pija en la cavidad bucal del puerco, comenzando a follarlo con golpes de cadera, mientras me morreaba, lamía mis pezones y pajeaba mi chochito. En mis oídos, escuchaba los ahogos del marrano tragando polla sin parar, mientras mi amante jadeando de placer, me susurraba entrecortadamente,
- Es una buena mamona, la chupa bastante bien la muy cornuda.
La zorrita se portó como a mi me gusta y le puso el pene bien duro, para poder continuar con el encuentro que inevitablemente, siguió por cauces altamente excitantes y calientes, cosa que os seguiré contando en una próxima entrega.





Por ahora ya os he informado de mi nuevo noviazgo, y de lo satisfecha que estoy de tener una relación tan especial y satisfactoria. Pero no os alarméis, porque esto no quiere decir, que no siga buscando otros machos que sepan aportarme placeres diferentes, yo sigo corneando, tanto a mi marido como a mi nuevo novio. Es mi forma de vida, me encanta ser una zorra caliente y seguir aprovechando todo lo que los machos alfa me pueden ofrecer.  






domingo, 16 de junio de 2019

UN AMIGO, NADA MÁS


Hacía ya bastante tiempo, en el que yo mantenía contacto telefónico con un amigo de la parte norte del país, cuando eso sucedía me venía transmitiendo lo mucho que le apetecía venir a Zaragoza para tener una primera toma de contacto. A mí en principio su idea me parecía bien; aunque también os digo, que no soy partidaria de que nadie haga demasiados km. para conocerme, (soy persona exigente a la hora de mantener una relación sexual completa), y me parece una putada que los aspirantes a follarme, se peguen varias horas de viaje, para que quizás no lleguemos a tener feeling y por consiguiente no se haga absolutamente nada.



Pues bien con este amigo, después de algunos wasap, conseguí verlo en fotografía y para mi decepción comprobé que no encajaba con el prototipo de hombre que a mí me gusta. Para no hacerle perder más tiempo se lo dije claramente, pero en contra de lo que yo pensaba, él insistió bastante, diciéndome que era persona morbosa y que cuando lo conociera seguro que mi opinión cambiaría.




Ante esa insistencia por su parte, accedí a quedar con él, no sin antes volverle a advertir de que era muy probable que no sucediera nada, me contestó muy correctamente, diciéndome que era consciente de ello, pero tenía mucha ilusión por verme en persona. 





A primeros de este año, me comunicó por teléfono, un día antes, que saldría para mi ciudad en la mañana siguiente, así que lo cité para por la tarde, en una cafetería algo discreta, aunque no exenta de riesgo de poder ser vistos, (como podéis apreciar en las fotos).




Se presentó a la hora convenida, saludándonos con dos besos y él (como a mí me gusta) ignorando al cabestro, como si no estuviera presente. Siendo sincera las fotos que había visto le hacían flaco favor, estaba bastante mejor en persona, pero aun así y con todo, seguía sin ser lo que yo busco.





De cualquier forma, su educación, limpieza y buen trato, daban de si para tener una charla e incluso darle la posibilidad de morbosear un poquito, por supuesto para detrimento del cornudo, que siguiendo mis órdenes tiraba fotos por debajo y por encima de la mesa, según yo le iba indicando. Tenía que hacerlas con flash, con lo cual era mucho más llamativo para los clientes que había por la barra y que de vez en cuando giraban la cabeza con creciente interés, pero a estas alturas ya sabéis lo poco que me importa lo que piensen del cornudo o de mí, como su zorra esposa.



Mi amigo, (lo sigo llamando así, porque así quedamos), estaba verraco perdido y con mi curiosidad habitual, quise comprobar su excitación, como veis lubricaba como un animal en celo, me pareció muy halagador que se pusiera así, con lo poco que le pude mostrar.




Llegó un momento en que me pidió que fuéramos a los servicios de la cafetería, para tener algo más, en ese instante consideré que ya le había dado más de lo que en un principio, pensaba hacer y di por terminada la entrevista, agradeciéndole que se hubiera molestado en hacer ese viaje tan largo, para tan poca cosa.




A posteriori hemos mantenido algún mensaje y no descarto que si en algún momento voy por su tierra nos podamos tomar un café como amigos y tener una charla tan morbosa como él la quiera tener.

Lo que os cuento en este reportaje, debe serviros de enseñanza a todos aquellos que deseáis desplazaros a conocerme, no me gusta engañar a nadie, pero es obvio que la percepción que tenemos de nosotros mismos, muchas veces no coincide para nada con la que tienen los demás, y eso puede traer consecuencias como la que os acabo de contar.