Me molestó bastante la
interrupción del cerdo, ya que nos cortó el rollo en el buen momento que
estábamos pasando, sobre todo más al chico que a mi, como podréis imaginar
todos los que me conocéis.
Cuando posteriormente le pedí
cuentas al muy cornudo, de porqué había metido la cabeza en el pasillo oscuro,
él bastante temeroso ante mi tono de voz, me contestó, que le había parecido
escuchar un gemido y le entró preocupación por mi, en fin como os digo, imbécil
perdido, ya sabéis que de donde no hay no se puede sacar.
De todas formas quedaba mucha
tarde por delante para seguir pasándomelo bien y no iba a permitir que el
cabrón arruinara mis expectativas, así que al poco tiempo le ordené que me
siguiera a la parte de dentro, ósea al otro lado de la pared y como podéis
imaginar, una vez allí no tardé mucho en tener a un par de chicos metiendo las
manos primero y después de un breve calentamiento sus hermosas pollas, que
ávidamente recorrí con mis dedos acariciándolas y sintiéndolas latir como a mi
me gusta y excita, mientras yo disfrutaba, el manso cumplía con su encomiable
labor de reportero de mi placer, recogiendo en imágenes su consiguiente puesta
de cuernos.
Con todos esos tocamientos me
encontraba bastante excitada y deseosa de algo más, así que con la voz de mando
que me place usar cuando me dirijo al animal, le conminé a que recogiera la
cámara y me siguiera de nuevo a la zona del sofá rojo, tenía interés por ver si
había llegado M, pero decepcionadamente para mi comprobé que por el momento no
había entrado nadie más en el pub y ya había pasado bastante tiempo de la hora,
así que con esa lógica decepción pensé que de nuevo se había echado atrás.
No obstante yo estaba allí para
pasarlo bien y ese chico guapo, alto y de muy buen olor corporal, seguía
sentado en el otro lado de la L que conformaba el sofá, me miraba continuamente
pero no hacía movimiento alguno, me planteé que debía hacer un gesto que
propiciara una reacción por parte de él, entonces le dije a Porky,
- Sígueme cabestro,
me levanté y me metí en el
pequeño cuarto oscuro que había enfrente, seguida del bobo, le hice sentarse en
un pequeño sofá que hay en el interior mientras yo de pie me contoneaba
bailoteando, no habían pasado ni un par de minutos cuando el chico abrió una
esquina de la cortina y viendo la situación se metió dentro comenzando a
tocarme por la espalda primero, cuello después, más tarde culo, etc. etc., me
apetecía que el manso sacara fotos de aquel caliente momento, así que le
pregunté con voz melosa si no le importaba que mi marido nos sacara fotos
tratando de ocultar su rostro (eso es lo que hago cuando me surge algo en el
pub, ya que allí no hay condiciones acordadas con antelación, como hago siempre
en los encuentros previos).
Cuando le hice esa pregunta yo
creo que se extrañó y fue entonces cuando sorpresivamente me dijo
- Dana, soy yo, M
Me quedé un poco anonadada debido
a que yo no lo recordaba así, os recuerdo que habían pasado unos 8 ó 9 años de
nuestra primera entrevista, pero por otra parte me alegré mucho y desde luego
su comportamiento se correspondía al que siempre había mostrado conmigo.
Sin más palabras y teniendo carta
blanca para fotografíar e incluso grabar un pequeño vídeo, continuamos con los
tocamientos, caricias y besos, me gustaba tocar su polla, aunque en esos
momentos, quizás por los nervios le faltaba algo más de la dureza que había
notado en los primeros escarceos en el pasillo, pero aún así y con todo, el
tamaño era notable y todo un placer disponer de ella a mi antojo, me excitaba
sentirla cerca del coñito mientras sus fuertes manos se apoderaban de mis
pechos o sus labios lamían mis pezones.
El ciervo fotografiaba y miraba
con sus ojillos de animalito desvalido, me veía tan cerca de su hocico que se
ve que no pudo contener la tentación y viéndome tan receptiva con M, me
preguntó,
- Ama ¿Puedo tocarla?
Fui a contestar con rudeza, pero
se me adelantó M con voz autoritaria, como a mi me gusta que le hablen,
diciéndole,
¡NO puedes, tu ahí quieto
cornudo!
Me encantó ese momento de Macho
Alfa imponiéndose al omega ó débil, son situaciones que me excitan y me hacen
desear más al macho dominante, por su parte Porky acatando el mandato, agachó
las orejas y se quedó sentadito en el sofá como un perrito cogido en falta,
continuando con su patética labor.
Después de un buen retozamiento
por parte de ambos, salimos fuera a sentarnos en el sofá rojo, esta vez el
cabestro en la parte pequeña de la L, contemplando como M actuaba como si de mi
pareja se tratara en la parte ancha y más cómoda del asiento............
y
bueno, por ahora, solo me resta terminar en la próxima entrega que me
encantaría siguierais.
Ama Dana, sigo como un perrito fiel todas sus aventuras y ya estoy deseando ver el final de este reencuentro. El cornudo maricón parece que no aprende cual es su posición pero veo que tanto Vd. como sus amantes saben colocarle donde se merece, que es a sus pies o a la altura de la polla del amante para lamer y limpiar. Ahí es donde yo me pondría, siempre con su permiso... Espero pronto el final
ResponderEliminarComo lo que eres, un perro y yo includo diría más, un chucho callejero, como buen animal debes esperar a que la Dueña, te de el hueso que ansías (en este caso la continuación de la historia).
EliminarTu si que sabes donde se tiene que colocar el cornudo, lo entiendo perfectamente todos los mansos enseguida aprendeis cual es vuestro sitio.
Morboso! me gusta!
ResponderEliminarMe alegro de que lo encuentres morboso, es lo que me gusta hacer, morbosear y disfrutar al mismo tiempo
EliminarAventura muy morbosa, por favor Sra Dana no os haga sufrir más queremos saber el final.
ResponderEliminarHola Javier, he estado unos días muy ocupada con el trabajo, confío que antes de que acabe el fin de semana podré colgar algo más, besitos
EliminarFrancisquin que situación más morbosa. Que bien lo pasaría yo en situaciones similares. Ahora veo que el tamaño se diferencia respecto a pirky y a mi. El tamaño importa? .. Besos AMA
ResponderEliminarHola colita de niño, no te quejes que tu zorra también se lo pasa bien.
EliminarPreguntas de nuevo si el tamaño importa, ¡Qué poco cerebro tienes, eso ya te lo contesté y además es obvio!.
esperando el final con la polla en la mano leyendo i mirando sus fotos ama
ResponderEliminarHola rover, de vez en cuando mete la polla en el pantalón que con el frío que ha hecho estos días de atrás se te congelara y hay cosas que merecen la pena de conservar en buen estado.
EliminarHola Dana, muy interesante y muy morboso. Deseando ver el desenlace final. Besos
ResponderEliminarYa estoy en ello, no tardaré mucho en colgarlo
ResponderEliminarYo por suerte esas torpezas no las cometo como hace tu cornudo.
ResponderEliminarHaces bien en ser espabilado y no cometer tonterías.
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