LABOR DE CORNUDO

Todo cornudo sumiso, debe tener una serie de obligaciones, que obviamente son inherentes a su condición de mini macho y poco hombre, es por eso, que en este reportaje y a modo de ejemplo, quiero hacer referencia a un par de esas labores corneriles.

Las imágenes que acompañan al post, como en tantas otras ocasiones hablan por si solas, pero no está de más que os explique el porqué se grabó este pequeño vídeo.

Habíamos llegado a nuestro lugar de veraneo, un par de días antes, yo andaba aburrida y necesitada de algo de juerga, (no podéis ni imaginar lo tedioso que resulta estar al lado de un colita enana, descerebrado, como Porky).

En la mañana del tercer día, decidí salir a dar una vuelta, acompañada de mi perro porta cargas, estuvimos paseando y mirando escaparates, el animal amariconado detrás mío, llevaba mi bolso de mano. Al pasar por una de las calles, llamó mi atención un cartel oscuro con letras plateadas, anunciando una tienda erótica y como no, me apeteció curiosear, en el interior solo estaba el dependiente y un cliente madurito, mirando revistas y vídeos guarros.

Estuve unos minutos, viendo los diferentes artículos que se exponían en las vitrinas, pero no encontré ninguno fuera de lo común y no conseguían llamar mi atención para decidirme a comprar ninguno de ellos, vi también una serie de cajitas que contenían diferentes tipos de vestidos sexy y algunas otras con lencería sugerente, miré estas últimas y en voz alta para llamar la atención de los presentes y humillar a Porky, pregunté,

- ¿Cual te gusta más cornudo?

- Esa mi Ama - me contestó el cabestro, tímidamente y con voz bajita, refiriéndose a una prenda roja con lacitos negros

- Habla más alto, bobo, ¿Y este otro, no te gusta más? - Pregunté elevando la voz de nuevo y condicionando su respuesta, hacia el body negro que yo quería coger

- Ese me parece más bonito Ama - respondió un poco más alto y con su estúpido e inútil criterio de siempre

Exhibí un poco la prenda de forma que cliente y dependiente vieran lo que yo había elegido y entonces dirigiéndome a mi maridín, le espeté, siempre con voz elevada

- Cómprame este body, págalo cornudo, ya sabes que esto no es para ti, lo pienso estrenar con algún macho que me guste, esto para ti está totalmente prohibido.

Porky, con la cara roja de vergüenza se acercó con la cajita al mostrador, mientras que el cliente maduro, sobre todo, no quitaba ojo de la escena. Abonó el importe y le pidió al dependiente si se lo podía envolver; cuando el chico lo iba a meter en una discreta bolsa negra, le dije

- Mejor no lo envuelvas, el cornudo lo llevará en la mano bien a la vista, quien sabe si por el camino me puedo encontrar con alguien que desee vérmelo puesto.

Se lo dije en tono de broma, sonriendo y guiñándole un ojo, pícaramente. El cerdo agachó la cabeza con resignación y cogió la cajita como yo le indiqué, mostrando la foto en primer plano y a la vista de toda persona que pudiera cruzarse con nosotros, durante el trayecto de vuelta al apartamento.

Nada más llegar me puse la prenda, para ver como me quedaba. Al mirarme en el espejo, me encontré sexy e inmediatamente me entró la necesidad de poner un anuncio morboso, que me permitiera tratar de animar el resto de las vacaciones.

Como en casi todos los viajes que hago, tenía el deseo de conocer machos que me alegraran la estancia, dándome satisfacción sexual y al mismo tiempo humillando y corneando al hijo de puta cabrón.

Para dar vida y erotismo a ese anuncio, le ordené a Porky hacerme la pequeña grabación que os incluyo y que ya os adelanto, tuvo un enorme efecto llamada, fueron más de 300 hombres y alguna mujer, los que me escribieron o llamaron, aunque también os digo, que con los que llegué a entrevistarme fueron bastantes menos.

En innumerables ocasiones, me encuentro con hombres que al principio, por correo o wasap, muchas palabras, morbo, vicio, deseo, etc. etc., pero a la hora de la verdad, se les apodera el miedo o la indecisión y no se atreven ni a conocernos tomando un café.

Como he dicho al principio y haciendo referencia al título de este post, os he relatado un par de tareas que deben ser propias de auténticos cornudazos obedientes y amantes de sus zorras esposas:

- Comprar la ropa sexy que otro macho va a gozar, mientras que al cabestro pagador no le está permitido ni rozarla, es una forma de dejarle bien claro, su condición de ser inferior ante la Ama, resultando una primera y muy lógica labor destinada al ciervo.

- Grabar vídeos o fotografiar a la puta esposa, para que pueda mostrarse a sementales que deseen joderla, es un segundo trabajito, que además siempre tiene la obligación de hacerlo, poniendo el máximo interés en que la zorra se vea lo más sugerente posible, con la finalidad última, de que pueda encontrar muchas pollas de buen tamaño que consigan hacerla feliz.

Espero que os guste. Besos para mis morbosos seguidores.