Saluditos de nuevo, mis queridos amigos y seguidores del blog. Mis circunstancias actuales se están apoderando de mi tiempo libre de
una manera brutal y como no quiero demorarme más en publicar un nuevo reportaje, me he decidido por colgar estas
series de fotografías tomadas en el año 2010 durante una de mis primeras
vacaciones en Vera.
No obstante, os prometo que en cuanto mi
limitado tiempo me lo permita, continuaré
publicando la continuación de MI ALBUM DE FOTOS X, esa cronología que me
propuse hacer y mostraros, pero que para mi sorpresa me está ocupando
muchísimas más horas de recopilación que las que en un principio pensé.
Esta primera serie
de fotos, en las que voy vestida de manera más
que discreta para como suelo ir por Vera, están tomadas en la zona de recepción
del hotel, un poco antes de ir a tomar una copa
y presenciar el espectáculo que diariamente ameniza la noche con entretenidas
actuaciones.
La segunda tanda
de fotografías que os muestro, la tomó el cornudo de Porky en la zona de
recepción y también en la piscina del hotel, unos minutos antes de acudir al
buffet de la cena, en el que normalmente y por los eróticos vestidos (aunque
este no lo sea demasiado) con los que suelo acudir soy muy observada por los
hombres de una manera bastante especial y por algunas de las mujeres de otra
muy distinta, ja,ja,ja.
Y ya por último la
tercera y más calentita tanda de imágenes sacada por el ciervo en la habitación
del hotel. Corresponden a uno de los primeros
machos que folló mi boca y penetró mi coño, aunque el encuentro resultó
bastante decepcionante, debido a que mi amante se
puso excesivamente nervioso al ver como el cabestro,
siempre siguiendo mis instrucciones de sacar las mejores y más explícitas
fotografías, pululaba alrededor de nosotros buscando
los mejores ángulos de su puesta de cuernos intentando que lo que fotografiara
fuera de mi entera complacencia, para evitar el castigo correspondiente, en
caso de no hacer bien su trabajo de fotógrafo cornudo, tal y como ya los había
tenido que sufrir en algunas ocasiones anteriores.
Fue una desilusión
para mí, porque era un hombre bastante bien dotado, aseado, agradable y muy
educado (para mi gusto quizá demasiado, ya que como sabéis, me gusta el
lenguaje sucio y duro) aun así me hubiera
encantado sentir el calor de su semen en mi cuerpo, pero cuando más a gusto me
encontraba yo sintiendo como mi vagina se acoplaba a su verga segregando los
fluidos habituales que provoca la excitación, notaba como la polla dura que
había penetrado mi chochito iba perdiendo rigidez poco a poco hasta quedar
reducida a su mínima expresión, volvimos a intentarlo tres veces más y siempre
sucedía lo mismo o muy parecido, así que al final casi le ordené que me comiera
el coño y me masturbara con dedos y lengua hasta provocarme el orgasmo que
tanto estaba deseando.
A pesar de que todavía
no había tenido demasiados encuentros y todavía no tenía la experiencia que
tengo actualmente, hice todo lo posible para ponerlo muy caliente y que me
regalara una buena follada y de rebote unos grandes cuernos para el becerro. Ya
podéis contemplar en las pocas fotos que tiró el
imbécil, que el macho tenía una polla hermosa que me encantó lamer y pajear con
mi boca utilizando la lengua para humedecer tan precioso y palpitante glande.
La razón de que se
sacaran tan poquitas fotos fue porque, aunque me fastidió bastante, llegó un
momento en que le tuve que ordenar al cerdo de Porky que dejara de fotografiar
y se pusiera de cara a la pared, intentando que mi amante se tranquilizara no
sintiéndose observado y me pudiera empotrar tanto como yo lo estaba deseando.
Como ya os he dicho antes, él puso todo su empeño en conseguirlo, pero como
casi siempre suele ocurrir, cuando las cosas se tuercen en un principio, es
difícil volverlas a enderezar (nunca mejor dicho).
Al final
desistimos porque ni aun pajeándose mientras yo
lo tocaba y acariciaba con manos y lengua pudo correrse. Se fue bastante dolido
consigo mismo por lo que le había pasado, pero para mi sorpresa al día
siguiente me llamó para invitarme a tomar un café y pedirme disculpas. Acudí pensando que me propondría volver a intentarlo,
pero no fue así, lo que hizo fue darme las gracias y hacerme un pequeño regalo,
diciéndome que le había gustado mucho estar conmigo y que él esa misma tarde ya
se marchaba de Vera, pero que si coincidíamos en otras vacaciones estaría
encantadísimo de que le diera otra oportunidad. Le contesté que si esa
coincidencia se daba no tendría inconveniente en volver a intentarlo, pero que
si eso sucedía tendría que venir con las ideas muy claras y los huevos bien
cargados. Hice bastante hincapié en ese detalle
porque muchas veces me ha ocurrido que, con el propósito
de aguantar más, el macho que ha quedado conmigo poco antes de la cita se hace una paja antes de verme y luego pasa lo que pasa.
Espero que esto que os acabo de contar sirva de lección
a cualquiera de vosotros que deseé quedar
conmigo y terminar con una buena follada, tenerlo en cuenta y tomar
buena nota de esta enseñanza gratuita.