Como os dije en el post anterior,
la grabación que había realizado el cornudo no me agradó demasiado la forma en
que había quedado, así que le ordené hacer esta otra que me parece algo más
nítida, aunque siendo sincera tampoco es nada buena, el sonido de fondo de la
música del pub complica bastante la audición, pero me gusta grabar en ese local
por ser un escenario más neutral y al mismo tiempo morboso.
No obstante, lo más importante es
desearos que el 2019 sea un año cargado de momentos viciosos y pervertidos para
vosotros y para mi, confío también en que mis pechos sean un regalo lascivo
para los machos corneadores que tenga el gusto de conocer y por supuesto no
debemos olvidarnos del cerdo cornudo al que le deseo y espero proporcionarle un
año repleto de cuernos y humillación degradante.