sábado, 31 de agosto de 2019

CORNUDO COME LECHES


No tengo constancia de que mi blog sea visitado por alguna mujer de tendencia corneadora, pero por si así fuera, quiero mostrar como rebajar a la mínima categoría de la especie, al puto cornudo sumiso, encaminándolo hacia la máxima degradación como hombre y convertirlo en un criado servicial, del que nosotras las mujeres dominantes podamos sacar el mejor partido y mayor beneficio.



Comenzaré diciendo que después de un tiempo en el que estuve bastante ocupada, acudí de nuevo al Brief Encounter con el ánimo de volverme a encontrar con mi novio XX, al que sexualmente echaba mucho de menos. Me vestí con un atuendo bastante sexy para la ocasión, quería estar atractiva para él, con toda la intención femenina de gustarle y excitarle en cuanto me viera.





Al cabestro le ordené ponerse un conjunto de ropita femenina, que le había obligado a comprarse en el rastro el día anterior y probársela delante del vendedor marroquí, la vestimenta consistía en un pantaloncito vaquero muy ajustado con brillantes, una braguita rosa y una blusa con encajes, también de un rosa pálido, como lo podéis ver en el vídeo en el que le obligué a posar humillántemente. La esperpéntica mariquita iba muy mona, incluso yo diría que hasta follable (vosotros juzgaréis).



En cuanto llegamos y pasamos al pub, mi novio XX, salió a mi encuentro y con mucha efusividad me apartó del cornudo, abrazándome y besándonos ambos, con toda la pasión que el tiempo sin vernos había acumulado en nuestro interior; queda claro, que toda esa muestra de cariño la tuvimos delante del cornudo, que con su estúpida expresión de cerdo impotente, miraba la escena con sus ridículos ojillos apesadumbrados.





Mi cariñoso amante y yo, con las manos entrelazadas nos dirigimos hasta la zona de barra donde había algún que otro cliente. Nos sirvieron las bebidas, mientras nosotros ajenos a todo, nos sobábamos y calentábamos sin parar a la vista de los curiosos presentes, (Cómo ya sabéis la exhibición, forma parte de mis morbos), por supuesto que tampoco nos olvidábamos de la mariquita, qué en su típica actitud indolente, contemplaba como su mujercita era magreada por un macho de verdad. Para mayor degradación del ciervo, me dirigí a él autoritariamente, haciéndole mostrar la braguita rosa que llevaba puesta, ridiculizándolo y de paso exhibiéndolo, por si a alguno de los presentes le apetecía follarlo o usarlo, cosa que me hubiera encantado presenciar.







Con los toques, besos y caricias que mi novio y yo nos estábamos regalando, no pasó demasiado tiempo sin que decidiéramos pasar a una de las habitaciones para saciar nuestras ganas de sexo vicioso. El puto animal como buen perro sumiso, nos siguió dócilmente, con la misión exclusiva, de dejaros este testimonio visual de nuestro caliente encuentro.





Me tumbé sobre la cama redonda, todo lo eróticamente que supe, deseando el contacto con mi novio, que lógicamente no se hizo esperar. Me vuelven loca, las formas de acariciarme que tiene y me pone terriblemente cachonda, cuando poco a poco, me va despojando de la ropa, dejándome totalmente expuesta a sus deseos libidinosos; todos esos preliminares me hacen lubricar y mojar la braguita; además de todo eso, si la excitante situación viene acompañada de la humillación del inútil astado, mi placer se multiplica y provoca irremediablemente, mi entrega al Macho Alfa.





Por todo lo anteriormente contado, resulta muy entendible, que en esta ocasión y por primera vez, me dejara follar por mi novio sin usar condón, era tal la calentura que yo llevaba y estoy segura que él también, que resultó inevitable la penetración de su miembro en mi interior sin barrera alguna, necesitaba sentirlo así, notar todo el calor del pene rozando las paredes interiores de mi coñito, friccionando contra ellas provocándome escalofríos de placer y deseando sentir su lechada inundándome, pero como podéis ver en el vídeo, cuando le llegó el clímax, decidió salirse y derramar su semen, sobre mi pubis.



A pesar de haberse corrido, como un buen semental, quiso masturbarme, tratando de hacerme llegar a mí también. Es una delicia la forma en como sus dedos resbalan por mi clítoris, acarician los labios de mi sexo y terminan penetrando en mi húmeda vagina, una y otra vez, hasta conseguir que la explosión de un fuerte orgasmo me lleve a la cima del placer.






Después de tan intensos momentos, me quedé muy relajada y satisfecha, hasta el instante en que la humedad de la leche sobre mi pubis y la vista del cornudo grabando, me provocara casi al unísono, una morbosa asociación de ideas perversas, no exentas de sadismo, conociendo las repugnancias del puerco a ciertas labores cornudas.






Con el fin de regalarle un fin de fiesta apropiado a su condición de cabestro asqueroso, le dije a mi amor que tomara la cámara para inmortalizar el momento de la máxima humillación como ciervo, rebajándolo al estado más despreciable como hombre, teniendo que limpiar y tragar toda la lechada que el novio de su mujer había derramado sobre ella.



En esta ocasión, aunque el hijo de la gran puta lo paso mal, quizás lo llevó mejor que otras veces, debido a que el semen estaba muy extendido y a una temperatura ambiente más llevadera, lo que contribuyó a que a pesar de las nauseas que tuvo que aguantar mientras tragaba, pudiera terminar su tarea cornuda, eficazmente y no dejara ni rastro de la densa lefa.





La próxima vez en que esté con mi novio, seguramente le pediré que me eche toda la leche dentro del coño, para que el mamón cornudo lo pase peor y tenga que meter la lengua, rebuscando todos los goterones lechosos mezclados con mis fluidos, eso le va a hacer sufrir más, pero yo voy a poder gozar de un placer superior, sintiendo su hocico hurgar en mi vagina como si fuera un perro lamedor.




Al terminar la sesión, aún le ordené al estúpido botarate, que me hiciera alguna foto más, (con la cara descompuesta por todo lo vivido, obedeció). Como veis me hizo unas cuantas y también me fotografió con mi amiga Leti que llevaba puesto un catsuit negro que yo le regalé ese mismo día, como podéis apreciar, le sienta genial, tiene un cuerpo precioso además de ser súper simpática, ella es la camarera del Brief Encounter, que como podéis suponer pone una nota muy sexy en el pub.





Espero que me digáis si os ha parecido excitante y morboso este reportaje, o quizás os haya resultado algo duro para Porky; por otra parte, ya sabéis que no me gustan las imágenes demasiado explícitas, pero a veces no queda otra alternativa, si se quiere transmitir toda la fuerza de un buen encuentro sexual. Me gustaría saber vuestra opinión al respecto.



jueves, 22 de agosto de 2019

PERRO PELUDO - 2


Después de unos días de relax y bastantes aventuras morbosas, ya me tenéis de nuevo por aquí y dispuesta a terminar el relato de la sesión que les di a mis dos perros: Porky y Perro-peludo.



Como en la primera parte de la historia, pienso que las fotos hablan más por si solas, que lo que yo pueda contaros; no obstante, os describiré alguna parte que quizás no se pueda apreciar en su justa medida.





Como ya os dije, Perro-peludo hizo un viaje de unos 300 km. para conocerme y además sin tener la certeza de que yo pudiera darle una sesión de sometimiento (Esto lo dejo bien claro siempre; hasta que no conozco al animal, no sé si me va a gustar domarlo), aún sabiendo esa posibilidad, se arriesgó e hizo ese largo desplazamiento para estar ante mi presencia y presentarme sus respetos.





No me desagradó cuando lo vi, aprecié que se trataba de un animal joven, limpio, algo tímido, respetuoso y además de todo eso, como comprobé después, estaba bien dotado, cosa que siempre es de agradecer (me da mucho más juego una buena polla, que una mierdecilla como la que tiene Porky).





Dicho todo esto, comprenderéis que decidiera someterlo y que en la sesión me decantara mucho más por la carne joven y nueva, que por el despojo de cabestro que tengo a mi lado siempre y disponible a cualquier hora del día o de la noche.






Nada más comenzar la sesión, observé en Perro-peludo, un buen grado de obediencia y también de bastante aguante, aunque por su timidez al verse expuesto ante la mirada de los clientes de forma tan vejatoria, no pudiera evitar que el rubor enrojeciera su rostro, como si de una nenita se tratase. El paseo por todo el local encadenado y siguiendo a su dueña a cuatro patas como corresponde a un buen chucho, lo avergonzó tanto como a mí me divirtió el presumir de nueva mascota (de esa exhibición canina, le quedó alguna pequeña herida en sus patas, cosa que le serviría de recordatorio posteriormente).






Un defecto que le vi a Perro-peludo, fue la tremenda aversión a rozarse siquiera con otro animal de su mismo sexo, eso era superior a sus fuerzas; me costó entenderlo, ya que en los mensajes que nos habíamos enviado, le excitaba que lo llamara, zorra, puta, perra, etc. etc. apelativos qué por ese comportamiento de aversión, me niego a darle en lo sucesivo. Aunque por otra parte no renuncio a trabajar ese defecto y corregirlo, si en alguna otra ocasión lo tengo de nuevo bajo mi custodia.





También le dediqué algún corto espacio de tiempo a "cojonazos, mini polla, Porky", aunque estuvo bastante relegado al olvido de su presencia en la sesión, sintiendo celos y temor de que su dueña se decantara por un perro de mejor raza que la que el tiene. En las fotos podéis apreciar su gorda bolsa testicular, al mismo tiempo que su ridículo pito de niño.






Perro-peludo fue atado con sujeciones a la pared para evitar cualquier movimiento y poder martirizar libremente su cuerpo sin impedimento alguno, los azotes primero, las ruedas de pinchos después y los fuertes pellizcos dejaron su piel bien marcada, aunque preso de los movimientos espasmódicos que el animal daba, terminó por arrancar una de las sujeciones de la muñeca.






Por mi parte también me sentí muy estimulada, cuando en mitad de la sesión me reconfortó sentir como mi novio XX, que contemplaba la escena, se apretaba a mi culo, haciéndome sentir la dureza de su polla, mientras besaba mi sudada nuca y amasaba mis tetas.






Como os he dicho, mi nuevo animal, tenía un buen rabo y ya sabéis que a mí una buena polla me gusta tocarla y en cierta medida disfrutarla, (aunque sea de perro), en este caso también me faltaba saber cuanta leche podía sacar de sus pelotas, así que tal y como lo tenía atado a la pared, le ordené volver la cara hacia donde yo estaba y comencé a pajearlo mientras le escupía en cara y boca.





El muy asqueroso no me duró nada, retorciéndose y dando fuertes gemidos, a pesar de saberse exhibido, terminó expulsando toda la lefa de sus manoseados huevos, derramando una considerable cantidad que luego tuvo que verse obligado a limpiar hasta dejar el suelo impecable.






Quedé bastante satisfecha del comportamiento del animal y como premio, le dejé mamar unos instantes de mis tetas y además recrearse con el aroma de mi coño como todo buen perro debe saber olfatear, no obstante, y antes de despedirlo le pisé de nuevo la polla y los cojones con mis tacones, para hacerle recordar que solamente es un perro más de Dana.







Para terminar, os adelanto, que ya tengo grabado el cuestionario de las preguntas a Porky, que algunos de vosotros muy amable y mordazmente le realizasteis. En estas vacaciones y gracias A Dom Látex, encontré un escenario perfecto para llevarlo a cabo. Estoy segura de que os gustará tanto ver la grabación, como la sufrió el puto cerdo cuando la filmé.