Después de apremiarnos para que nos asomáramos a ver más de
cerca aquel trío, Jorge me empujó hacia adelante situándome en primer plano,
para que no perdiera detalle, dentro estaban la pareja y el chico de la barra,
estaban los tres desnudos ella era un poco gordita, la tenían en medio de los
dos hombres, le estaban chupando las tetas mientras uno la follaba con fuertes
embestidas. A mi me resultaba incómodo estar allí de mirón e hice un amago de
marcharme (no me encontraba a gusto, nunca había visto nada igual) pero Jorge
me sujetó y dijo susurrando en mi oído pero con voz autoritaria,
- Mira y aprende, que te vendrá bien, mira como gime la zorra,
¿Ves que polla le están clavando? mira como disfruta fíjate como lleva el
chocho de mojado, seguro que tu nunca has puesto a Dana así de caliente.
Mientras me decía eso, yo notaba que había movimiento detrás
mío, los sentía a ellos dos respirando fuerte, escuché que Jorge le decía a mi
esposa.
- Toca a tu maridito y caliéntalo, yo sé que sabes como lo
tienes que hacer, hazle perder la cabeza.
Entonces noté las manos de mi mujer cogiéndome tímidamente por
detrás, me desabrochó la camisa y empezó a sobarme los pezones, cosa que ella
sabe me excita mucho y al mismo tiempo se pegaba a mi trasero dándome
empujones, no sé muy bien, si los daba ella o era su amigo quien lo hacía, poco
a poco empezó a bajar su manita y comenzó a sobarme el pene por encima del
pantalón.
Mientras los de dentro nos miraban de vez en cuando, pero
seguían a lo suyo, follando a la gordita una vez uno y otras veces otro, ella
gemía sin parar y berreaba como una cerdita. Mi esposa cada vez me apretaba los
pezones más fuerte y los estiraba tanto que ya me hacía daño, volví la cabeza
para decirle que tuviera un poco de cuidado y casi me caigo de lo que vi, me
encontré a la madre de mi hija, con las tetas fuera, los ojos cerrados y la
boca abierta, boqueando como si le faltara el aire, la mano de Jorge estaba
metida por debajo de su falda y se notaba como la estaba moviendo, hice mención
de escapar de allí, pero él con un gesto de silencio con el dedo en la boca, me
obligó a pararme al mismo tiempo que me indicaba con suficiencia a que lo
siguiera, desde detrás a pasos cortos se fue llevando a mi esposa adentro del
cuarto del espejo, Dana yo creo que ni se daba cuenta de lo que pasaba, los
mordiscos que le daba por la nuca y la mano acariciando debajo de la falda, la
tenían traspuesta, vi a mi amor, como si fuera una muñeca en manos de un
pervertido sexual, parecía como si no tuviera voluntad propia se dejó llevar y
yo los seguí de mala gana, Jorge empezó a besarle la boca mientras le sobaba
los pezones dándole pequeños pellizquitos a los que Dana correspondía con
sordos gemidos, me fijé en aquellos pitones y los llevaba totalmente de punta,
alrededor del pezón en toda la zona de la aureola se podían ver pequeños
abultamientos, producto de la extrema excitación que le estaba proporcionando,
yo estaba rojo de celos y de vergüenza, pero sin atreverme a hacer nada para
detener aquella escena. Jorge me causaba temor, lo reconozco, luego le quitó la
camiseta y me la tiró a mi para que la guardara, entonces con voz ronca me
ordenó,
- Desnúdate y tócate la pollita mientras miras lo que hago con
tu mujer, observa como pasa a ser mía.
Ella estaba como en otro mundo, Jorge entonces le cogió la
mano y se la llevó a la polla, entonces pude comprobar que era bastante más
grande que la mía, su mano casi no abarcaba aquel grueso tronco surcado de
recias venas, vi como la sujetaba y acariciaba, me pareció percibir que le
gustaba sobar la gorda cabeza reluciente de líquido preseminal, sus deditos se
ponían brillantes de esa babilla, que salía abundante por la punta de aquel
mástil erecto.
Mientras él, le metía la lengua en la boca y se la sacaba de
vez en cuando, como provocándola, en ese momento ella la buscaba como
desesperada, parecía un bebé buscando su chupete, otras veces la mordía por el
cuello, (cosa que la vuelve loca), estaba muy excitada, no parecía mi mujer,
nunca la había visto así, él no la dejaba respirar tocándola en un punto, en
otro y en otro, lamiéndola, recorriendo su cuerpo por todos los rincones, en
eso se dirigió a mi con voz cargada de lujuria,
- Quítale la falda cornudo, desnúdala para mi, pero la
braguita y los zapatos déjaselos me gustan las putas con tacones y la braga
seré yo quien se la quite cuando me apetezca, date prisa y observa como está
chorreando, que poco le sabes dar a tu mujercita capullo.
Obedecí como un autómata, todo aquello me superaba y no sabía
como tenía que reaccionar, le quité la faldita con vergüenza de descubrir su
cuerpo ante otro hombre y vi la enorme mancha que llevaba en la delicada prenda
interior, a indicación de Jorge, continué tocándome el pene, que sin saber muy
bien el porqué y ante una situación tan humillante para mi, lo tenía
excesivamente tieso. Seguidamente la llevó al camastro y la tumbó, al mismo
tiempo me ordenó,
- Desnúdame totalmente y deja bien colocada mi ropa hazlo
rápido que no quiero dejar de sobar este cuerpecito tan suave que no te
mereces.
Lógicamente atemorizado y como pinchado por un resorte
obedecí; después me tocó contemplar como se tumbó al lado de ella, y le mordía
los labios mientras alternaba tocamientos en las tetas y en el coño por encima
de la braga, mi esposa jadeaba totalmente en celo, movía la pelvis de manera
descontrolada y rítmica mientras en su mano la polla de Jorge subía y bajaba,
llegó un momento en que él mirándome a mi a los ojos, le apartó la braga a un
lado mientras que por detrás se la incrustaba en el culo tirando de la prenda,
quedando como si fuera un tanga, ella lanzó un gemido cuando la sintió bien
adentro de la raja posterior, empezó a mover los dedos en la vagina de mi mujer
girándolos y con el pulgar masajeándole el clítoris, de vez en cuando los
sacaba y los metía en la boca de ella, que los chupaba con gula, -me pareció-,
una de las veces, los sacó totalmente mojados y dirigiéndose a mi me dijo,
- Acércate y lámelos, mira como saben los jugos de una
auténtica hembra en celo.
Me cogió del pelo y metió los dedos en mi boca de muy mala
manera, me los introdujo tan adentro que me daban arcadas, aunque por otra
parte el sabor de mi esposa era bueno, de pronto, sin previo aviso, me enganchó
la lengua haciendo pinza con ellos y entonces burlonamente me preguntó,
- ¿Quieres que continúe con esto? ¿Quieres que me folle a esta
zorra? si no quieres dime, ¡No quiero! y pararé de hacerlo.
Intenté contestar, aunque ya no sabía muy bien lo que quería
en ese momento, pero solo me salía un,
"ggnngnn qqqur ggngngg"
No podía decir nada por la fuerza con que me tenía pillada la
lengua, me la forzó tanto que incluso estaba fuera de mi boca, con los ojos
llorosos de impotencia, braceaba, pero sabía que no podía hacer nada, tenía
miedo a su reacción y a que me pudiera pegar.
Dana no se enteraba de lo que me estaba haciendo, porque su
cabeza estaba hacia atrás y tenía los ojos cerrados. A continuación atrajo a mi
mujer hacia la orilla del camastro, la dejó con las piernas colgando y le
arrancó la braga de golpe se puso entre las piernas con la polla muy cerca del
coño de ella, me dijo con cara de vicio,
- Acércate y mira bien, no te pierdas detalle, observa y huele
como cambia tu estatus social, a partir de ahora vas a ser lo que te voy a ir
diciendo, mientras no pares de tocarte, la pollita.
Acercó la pija (comparada con la mía era enorme) a la entrada
del coñito de Dana, empezó a pasarla rozando y recorriendo la sonrosada rajita
de arriba abajo, varias veces, mi esposa movía la pelvis buscándola, de pronto
vi como la gorda cabeza violácea, iba desapareciendo dentro de la vagina de mi
esposa..... poco a poco..... hasta que la engulló entera, cerrándose los labios
del coño sobre el duro tronco, en ese momento me miró con burla y desprecio
diciéndome,
- Ya eres COR......
Metía y sacaba aquella gorda ciruela con parsimonia y
lentitud, tenía a Dana sujeta por los pezones tirando un poquito de ellos, ella
boqueaba, parecía desesperada, de pronto Jorge empujó y metió un trozo más de
aquella barra de carne,
- Ya te puedes considerar CORNU.....
Siguió jugando un buen rato, como recreándose en desesperar a
Dana y burlándose al mismo tiempo de mi, me miró a los ojos con suficiencia y
entonces dio un fuerte golpe de riñones y la metió hasta dentro, hasta que sus
cojones hicieron tope a la entrada del coño, mi amor soltó un grito fuerte
mientras sus manos se agarraban con fuerza a la sabana que cubría el camastro.
- Este es tu título, CORNUDO para siempre, esto ya no lo
puedes cambiar en toda tu puta vida, estas imágenes quedarán en tu cabeza hasta
el día que te mueras y cuando tu vida pase ante tus ojos, esta es la imagen que
verás con más nitidez, entonces sabrás que te vas de este mundo siendo un
auténtico y gran cornudo.
Siguió follándola con fuerza, mientras mi mujer se corría
mojando las sábanas y gritando, tanto, que le dio un almohadón para que lo
mordiera y se calmara, yo seguía meneándomela, mientras Jorge me decía,
- Sigue así mono pajero machácatela, mientras yo la tengo
metida en el caliente y húmedo coño de tu esposa.........., que bueno sabe
cornudo......, la voy a llenar de mi leche a ver si le hago un cachorrillo a
esta perra, para que tengas hijos con buenos genes,
Yo no pude más y con tanta humillación, inexplicablemente me
corrí entre espasmos, cuando lo hice quedé exhausto y tirado en el suelo, Jorge
me vio y me ordenó recoger la braga del suelo y ponerme en un rincón, de
rodillas, sujetándola con la frente contra la pared y las manos a la espalda,
el olor de excitación que desprendía la fina prenda, llegaba con fuerza a mi
nariz, escuché entonces como le decía a Dana
- La función para el cornudo ya se ha terminado, míralo que
inútil, me sorprende como obedece, tienes una joya, púlela te merecerá la pena,
todo el tiempo que inviertas en su aprendizaje lo recuperarás con creces.
Él seguía y seguía jodiéndola sin descanso, mientras yo
escuchaba el chof, chof, chof, de su polla y huevos chocando contra el coñito
de mi esposa, sin poder verlos y sintiéndome ridículo por como estaba siendo
dominado, adivinaba las embestidas que la estaba proporcionando, por los
suspiros y gemidos de ambos, escuchaba con celos como le decía,
- Me gustan tus pechos, he tenido a mi disposición pocas putas
con unas tetas como las tuyas, de tu edad te aseguro que ninguna, que piel más
fina tienes, es como de niña, eres un regalo para los sentidos y una auténtica
hembra caliente, pocas veces he jodido a zorras de tu categoría, me voy a
correr dentro de ti, quiero marcarte con mi leche, dime que lo quieres así,
dentro de tu vagina de puta casada.
Me sorprendió y me causó dolor escucharla decir,
- Siiiii, lléname con tu semen de hombre, méteme toda la leche
dentro, quiero llevarla y sentir su olor durante todo el tiempo que pueda, me
pondré las bragas para tenerla ahí en mi coño el máximo tiempo, aaaaggghhhhh.
Oí como se corría y terminaban entre jadeos y espasmos, pasado
un buen rato en el que los escuchaba besarse, acariciarse y cuchichear, se
fijaron en que yo seguía de rodillas en el rincón, se dirigió hacia mi Jorge y
me dijo,
- Ya puedes levantarte cornudo, te felicito por tener una
hembra así, a partir de ahora espero que la sirvas como corresponde a una zorra
de su categoría, no vaya a ser que tenga que hacerte alguna visita de vez en
cuando para recordártelo.
- Lo haré Don Jorge, no se preocupe ¿Me permite ir al baño?
Me dio permiso y marché cabizbajo, desde el momento en que me
corrí, mi mente había recuperado la cordura y estaba pasándolo muy mal, lleno
de terribles celos, viendo como ellos se quedaban abrazados y besándose como
dos enamorados, me puse debajo de la ducha y empecé a descargar toda mi
impotencia llorando como pocas veces lo había hecho, me sentía una basura que
no servía para nada, me senté en el plato mientras el agua caía sobre mí, no se
cuanto rato estuve, solo sé que de pronto me llamó Dana, preguntándome si me
pasaba algo y me encontró en ese estado tan lamentable, la vi preocupada por mi
aspecto y hablo con Jorge.
- Mira a ver no sé que le pasa
El me preguntó, interesándose por mi estado
- ¿Qué te ocurre ahora?,
Yo diría que estaba preocupado también, me imagino que mi
aspecto era deplorable. Conseguí hablar, entre hipos de llanto y lastimeramente
le dije,
- Soy una basura, no, no, no valgo para nada, mi vida no tiene
sentido, no merezco nada, nadaaaaaa.
Todo esto sin dejar de llorar y moquear. Entonces Jorge creyó
percatarse del porqué de mi estado y le dijo a mi esposa,
- No tienes que preocuparte, esto no es más que un ataque de
cuernos, dale tiempo y no le des mayor importancia, ya se le pasará, si quieres
salimos fuera a la barra, a ver si se relaja.
- Casi será lo mejor, vamos a lavarnos y tu vístete y después
ponte mis gafas oscuras, que no vean los ojos que llevas, te esperamos fuera,
tómate un tiempo para salir, que estás deplorable. -Dijo Dana
Cuando salí a la barra un poco más recompuesto, pero con el
ánimo por los suelos, aún estuvimos un corto espacio de tiempo, hasta que Dana
decidió que era mejor terminar la velada y marcharnos. Antes de salir y
despedirse le dijo Jorge,
- Te voy a dar una dirección de un matrimonio, que trabajan el
tema de la reeducación de pareja y ellos te ayudarán para evitar que pasen
cosas tan desagradables como lo que ha sucedido con tu marido. De todas formas
te aseguro que eso para mi no ha empañado lo bien que lo he pasado contigo,
eres genial Dana y te mereces vivir a tope y disfrutar de la vida, dame un beso
amor.
Se besaron sin ningún pudor delante mío y me quedé helado
cuando mi esposa le contestó,
- Yo también he vivido y disfrutado lo que no había sentido
nunca, aún me tiemblan las piernas, no sabía que se podía experimentar tanto
placer.
Y se volvieron a fundir en un tremendo y húmedo beso, delante
de todos los que había presentes.
Mmmm genial cornada q suerte soy corneador y ella me pone muchisimo
ResponderEliminarSi te pongo y ves posibilidad de conocerme, metete en contactar conmigo y abajo tienes mi correo
EliminarY en todo este tiempo no habéis tenido ningún problema como pareja? no ha habido un ligero atisbo crisis? Si la hubiera, desde luego que debe dar lugar a una buena crónica, tan buena como la que acabo de leer ahora mismo. Enhorabuena, Dana!!!
ResponderEliminarSi que ha habido algún ligero atisbo de resistencia por parte del cornudo, el año pasado concretamente en el verano hubo uno, pero se saldó con un buen castigo que por cierto tengo grabado y espero poder colgarlo algo más adelante, lo pasó mal y eso hizo que volviera a su estado habitual de cornudo sumiso
EliminarUFFF ONCREIBLE COMO ME TIENES
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarEstos momentos son para recrearse en ellos una y otra vez...La verdad que fue una suerte que conocieras a Jorge y que él te ayudase a dar los primeros pasos en tu nueva vida y en el adiestramiento del perricerdo, como sabes que me gusta llamar a ese esperpento de ser que bautizaste como Porky.
ResponderEliminarGracias Delfy, encantada de tenerte por aquí.
ResponderEliminarLa verdad es que conocer a Jorge fue toda una suerte para mi y un problema para el cornudo, el fue el primero que me empezó a abrir los ojos, pero luego tuve otros maestros que completaron la tarea y si algo faaltaba internet fue una ayuda enorme para conseguir lo que hoy día dispongo
de Machoalfa1968
ResponderEliminarEres puro erotismo, tu imaginación es desbordante de ello me ayo atrapado en tu mundo erótico y sin ser bisexual me pajeo soñando con dándole por culo al cabestro de tu marido y humillándolo como lo que es, un cornudo lamepollas. Posees unas caderas contundentes que me llevan por la calle de la amargura y un gusto por la lencería Bdsm-fetichista que amenaza con derretir los casquetes polares(joder ...menudo casquete tienes) me imagino abrazado a tus caderas dándote verga y al cornudo de rodillas entre tus piernas lamiendo mi verga y tu coño mientras entra y sale.
A 1000 me pones a 1000 y ya son años joder con la verga tiesa.
De momento en lo que coincidimos totalmente es en el gusto por la lencería y por la ropa fetichista, además de por supuesto pasarlo bien sexualmente.
EliminarTus ideas morbosas encajan perfectamente con las mías y tu devoción por mi, eso ya es punto y aparte, gracias
yo tambien tengo una pollita pequeña como tu esposo y fantaseo con que una buena polla grande y gorda termine de desvirgar a mi espsa
ResponderEliminarPues ten cuidado con lo que fantaseas, no vaya a ser que tu mujercita pruebe una polla en condiciones y se de cuenta de la mierda que tu tienes entre las piernas.
ResponderEliminarTen por seguro que luego no se va a contentar con tu mini pollita.
ojala pasara yo nunca le e proporcionado un orgasmo con mi pollita solo con mi lengua y no tenemos hijos haci que tiene el chochito como una virgen
ResponderEliminarTu colita no sirve para satisfacer a una mujer ni por supuesto para preñarla, ASÍ QUE TIENES QUE BUSCAR UN BUEN MACHO, que te la insemine.
EliminarTe recomiendo un negro, son más lecheros
la de pajillas que me hago con dos dedos fantaseando con ello
ResponderEliminarBRU-TAL... Madre mía Dana, madre mía... De lo mejor que he leído en años. Sin palabras estoy, que morbazo por dios.🤟🤟🤟😈
ResponderEliminarQue bien te lo estás pasando, ahora que mejor me lo pasé yo en aquellos comienzos tan fuertes y desconocidos para mí. Se me abrió un mundo de sensaciones nuevas que nunca hubiera imaginado.
ResponderEliminarCuando llegue el momento de conocernos, tendrás que reservar tu semen por si todo va bien y soy yo la que te lo tengo que extraer; quiero tus cojones bien cargados para ese momento. Besos
Como lo sabes niña, me encanta. Eres tremenda... Jajajjaja!! Tranquila, tendras mis cojones llenos de amor, para ese día el surtidor va a estar a full, habrá lefa para llenarte el tanque varias veces. Besos preciosa.
ResponderEliminarLo doy por sentado, eres joven y estoy convencida de que puedes recargar tus hermosos depósitos en un breve espacio de tiempo, no como mi puto venado que se le han quedado secos de por vida.
ResponderEliminarBesos