El despertar a la
mañana siguiente fue horroroso, me encontraba tan mal y tan confundido que mi
única defensa consistía en rehuir la mirada de mi esposa, al levantarme le dije
un débil, "buenos días" y luego desayuné fijando mi vista en la taza,
aunque disimuladamente seguía el gesto de ella, me dio la impresión que Dana
también se encontraba descolocada por lo sucedido, al terminar el café, arreglé
un poco mi desmejorado aspecto y me marché sin hacer intención de darle un
beso. No quería sentirme rechazado de nuevo, me hubiera hundido más de lo que
estaba.
A media mañana, de forma imprevista, me llamó al móvil con voz
algo titubeante para decirme,
- Te quiero, que pases un buen día.
Esa llamada me dio una luz de esperanza y me llenó de alegría,
aunque también me preocupó en parte por la forma tan rara en que sonaba su voz,
- ¿Estás bien? ¿Te ocurre algo? ¿Quieres que pida permiso y me
acerque a casa?
- No, no, estoy bien, quédate tranquilo que no me pasa nada.
- Vale cariño, luego hablamos si te apetece, yo también te
quiero.
Pasó el eterno día de trabajo y cuando llegué a casa la
encontré más arreglada que de costumbre y con un semblante diferente, desde
luego la vi más guapa y deseable a como siempre la miraba.
Al retirarse mi hija a su habitación, nosotros dos fuimos al
salón y cerré la puerta para que no llegara nada de lo que dijéramos a los
oídos de nuestra niña; aunque hablar de lo sucedido me parecía escabroso y no
tenía ganas, me parecía necesario aclarar las cosas, así que le dije
cariñosamente,
- Te quiero preguntar si lo de anoche..........
- No me preguntes nada, ahora estoy muy confusa, ya hablaremos
otro día - me cortó Dana, de manera algo brusca
- Pero cariño...., necesito saber que es lo que................
- No, de verdad que no me apetece comentar nada, ya hablaremos
cuando estemos más tranquilos.
Esa negatividad a comentar lo que había pasado, no me
tranquilizó nada, pero opté por callar y seguir esperando, así que le dije algo
desconcertado,
- Bueno cariño pues ya me avisarás cuando estés mejor y lo
veas oportuno.
Ahí quedó la conversación, luego vimos la televisión hasta la
hora de irnos a dormir. Al dirigirnos a la habitación, me paró sujetándome del
brazo y me dijo,
- Me voy a acostar en el cuarto de invitados porque estoy
nerviosa y no te dejaré descansar bien.
- No te preocupes cariño, que no me importa, ven a nuestra
cama y acuéstate conmigo, que te daré un masaje para que te relajes.
- Que no, que no, déjalo estar, no estoy para tocamientos,
¡buenas noches!.
De esta forma y sin saber muy bien el porqué, nos
encontrábamos, durmiendo en habitaciones separadas, preferí aceptarlo como
normal dentro de la situación rara que nos había acaecido.
El día siguiente fue muy parecido y por la noche pasó lo
mismo, esto se repitió durante toda una semana. En la tercera noche, al poco de
dormirme, me desperté sobresaltado y sudando por una mala pesadilla, fui a la
cocina a por un vaso de agua y al pasar por la habitación de invitados, pude
escuchar susurros provenientes del interior, pegué el oído a la puerta pensando
que Dana estaría soñando, pero me di cuenta que estaba hablando con alguien por
teléfono, presté atención pero no pude entender que decía, solo percibí alguna
risita amortiguada; no me sentó nada bien aquello y estuve por llamar y entrar,
pero pensé que no era hora de preguntar nada estando las cosas como estaban y
mi hija tan cerca. A la mañana siguiente, no obstante y tratando de saber con
quien hablaba, le pregunté,
- Anoche cariño ¿llamó alguien por teléfono?, te pregunto
porque me pareció escuchar algo.
- ¿Quién va a llamar a esas horas?, anda que los sueños te
gastan malas pasadas, no seas tonto. -Me contestó con inusitada falsedad.
Me sentí engañado y a partir de ese día la cabeza no me daba
tregua ni me permitía tranquilizarme, vivía en un estado de dudas constantes.
Aunque yo no quería, mi mente daba vueltas y vueltas a las imágenes que pude
contemplar el día fatídico, a veces incluso trataba de convencerme que no
habían sucedido y todo era fruto de mi imaginación.
Habrían pasado 6 ó 7 jornadas, cuando Dana se sentó a mi lado
en el sofá me cogió la mano y me dijo de forma cariñosa,
- Debemos hablar, ya han pasado varios días y creo que es lo
mejor para los dos,
- Vale estoy de acuerdo, cuéntame tú lo que creas oportuno.
-Me alegré de que por fin, fuera ella quien sacara el tema y comentáramos lo
ocurrido, pero al mismo tiempo tenía temor por lo que podía escuchar.
- Lo primero, quiero que tengas claro que la otra noche,
cuando Jorge estuvo enseñándome el local, no pasó nada entre él y yo, solamente
estuvimos sentados hablando de tonterías sin sentido y se nos pasó el rato sin
darnos cuenta, yo le dije de salir a la barra, porque me acordaba mucho de que
tu estabas solo fuera, pero él no dejaba de hablar y se me fue el santo al
cielo, te pido perdón por ese descuido.
- ¿Seguro que no pasó nada más? Yo creo que.............
- ¿Pero tu por quien me tomas? -Me contestó cortante al mismo
tiempo que ofendida.
- Mira para demostrártelo, si tienes alguna duda, te propongo
que volvamos al club mañana, no te preocupes, iremos tu y yo solos y así
entrarás conmigo adentro y lo podrás ver con tus ojos, te mostraré donde
estuvimos sentados todo el rato, me molesta que después de haber estado allí no
pudieras ver el local entero, claro que si no te hubieras puesto malito, tenía
intención de enseñártelo yo.
- No te preocupes que ya me da igual no verlo, casi lo
prefiero, me vale con lo que tu me has explicado.
Yo lo que no quería era recordar lo que tuve que aguantar y lo
mal que lo pasé con todo lo que creí ver y escuchar.
- De eso nada, no quiero que en el futuro te quedes con dudas
de lo que hay o deja de haber, mañana intenta salir un poco antes del trabajo,
para no cenar muy tarde y nos acercaremos un poco al club, nada, quince o
veinte minutos, nos tomaremos una copa, lo vemos y nos volvemos para casa
tranquilamente, verás que bien y que tranquilo te vas a quedar.
- Vale, como quieras cariño, si eso te hace sentirte mejor,
por mi de acuerdo.
Pensé que ya por fin se acostaría conmigo, pero al
contrario......, esa noche también continuó durmiendo en la otra habitación.
El día siguiente era jueves y lo pasé normal, aunque un pelín
nervioso, el hecho de ir a un club de esas características en los principios
impone, aunque acudiendo y entrando con mi pareja, me daba mucha más seguridad
que la vez anterior.
Por la noche después de cenar, Dana se metió al baño a darse
una ducha y arreglarse. Mientras yo terminaba de dar vuelta por nuestra hija y
recogía la cocina, etc. al terminar, fui a ver cuanto le faltaba, para poder
arreglarme yo, pero al estar cerca de la puerta volví a oír risitas que me
parecieron algo nerviosas. Otra vez estaba con el maldito teléfono, ya me
estaba resultando sospechoso el tema, pero traté de convencerme en que
probablemente sería alguna amiga o familiar, toqué en la puerta y oí que le
decía bajito,
- Te dejo ahora, ya hablamos, me llama el pesado......
- ¿Estabas hablando por teléfono, cariño?
- Eeee..estoo.., Si, era una compañera del trabajo para una
tontería. Ya le he dicho que menuda hora para llamar; que paciencia tengo que
tener.
Di la explicación por buena, y pensé que la cabeza me hacía
imaginar tonterías. Terminamos de arreglarnos y con Dana bastante contenta
(cosa que me sorprendió después de los días anteriores tan tensos) nos
dirigimos al club. Al llegar llamamos y salió la misma chica de la vez anterior
a recibirnos, no tengo claro si no se acordaba de nosotros o simplemente fue
por discreción la forma tan natural de acogernos. Nos saludó sin hacer ninguna
referencia a la vez pasada, yo lo agradecí interiormente, porque lo ocurrido,
había sido vergonzante para mi. Pedimos dos consumiciones y nos sentamos en la
barra, había una pareja que estaban a lo suyo y un chico solo en la esquina
opuesta a donde nos encontrábamos nosotros, Me percaté de que Dana estaba como
nerviosa, miró el reloj 3 ó 4 veces, pensando que se encontraba a disgusto, así
como de pasada le dije,
- Si tienes prisa o no te encuentras bien, entramos dentro, me
enseñas las instalaciones y nos podremos marchar en cuanto quieras.
- Espera un poco más que es muy pronto, ya lo veremos luego,
tranquilo.
- no, yo lo digo porque que te veo algo nerviosa.
- Que va, que va, son imaginaciones tuyas, estoy muy a gusto,
esta música es muy chula.
No habían pasado ni 10 minutos, cuando oímos que sonaba el
timbre de la puerta, salió la chica a recibir a quien fuera y cuando bajaron me
quedé blanco de estupor entrándome un sudor frío por todo el cuerpo, la persona
que había llegado era ni más ni menos que Jorge.
Inmediatamente nos vio y con gesto de alegría se dirigió a
Dana,
- Hombre princesa que alegría y que "CASUALIDAD"
(esto último lo dijo recreándose en la palabra), cuantos días sin verte y que
guapa has venido, ya te vas vistiendo más de mi gusto, -(Dana se había puesto
una camiseta sin mangas y una faldita azul bastante corta, además de unas
sandalias negras de tacón no muy alto)
-Me gustas, te veo sexy, a ver date la vuelta.... uuummmm,
joder por detrás también estás genial, con razón mi amigo el otro día se fue
malito de pensar en tus curvas, me dio la lata contigo hasta que me marché
cielo, -luego a modo de saludo me dijo,
- ¿Y tu qué?, ¿Ya no estás malito? mira que eres flojo,
jajajaja
Me tendió la mano y yo se la tuve que dar por educación, pero
esta vez me cogió solo los dedos haciendo como tenaza y realmente me volvió a
hacer bastante daño con su maldita costumbre de apretar, mis sudores y malestar
aumentaron por momentos.
- Ya estoy bien, fue un mal momento, gracias
- Que pronto se te olvidan las cosas ¿Te pongo un punto
negativo?
- Peeeerdón, Ya ya es...estoy biiien Dooon Jorrrge.
- Muy bien, por lo menos recuerdas pronto, a ver si hoy te
comportas como un hombre y no nos estropeas la velada.
- Si Don Jorge, peee...ro hoy nos va...vamoos a maaarchar
prooonto, veeerdaad caaaariño.
Dana afirmó con la cabeza pero muy levemente. Por su lado
Jorge, burlándose de mi nerviosismo me dijo,
- ¿Pe..pe..ro que te pasa?, te,te, te, te voy que tener que
llevar a un co.co.co.co.lega que enseña a hablar a los tarta,tarta, tartamudos,
ja,ja,ja,
Mi esposa se reía parecía hacerle gracia la situación y las
burlas hacia mi persona,
- Como me vais a hacer ese feo con lo que yo os aprecio y las
ganas que tenía de volver a encontrarme con vosotros, sois mi parejita
preferida.
- Mi marido quiere que le enseñe las instalaciones, tiene
mucho interés en saber como es el club por dentro, ya sabes que el otro día no
pudo verlo, hemos venido aquí por él, no vayas a pensar mal.
- Pues muy bien, me parece estupendo, has tenido muy buena
idea chiquitín. - Ya entro yo con vosotros y os acompaño en la visita.
- No que da iguuuuual Don Joorge, qqqueee lo vemmmmos en un
mo..mo..mento.
- Insisto amigo, somos colegas y lo considero un deber, ya que
fui yo quien os trajo a este lugar. Eso si, vas a tener que pagar tu los 20
euros, porque he venido con el dinero justo, ya te los devolveré la próxima vez
que nos veamos.
-Me dio una fuerte palmada en la espalda que me hizo dar un
paso involuntario hacia adelante. Estuvimos un poco más tiempo en la barra, él
hablando con Dana todo el rato, como si yo no estuviera presente, me ignoraban
totalmente ambos, yo por lo que se decían empecé a sospechar que Jorge sabía
que íbamos a ir esa noche al club, sobre todo también, por lo distendida que se
encontraba Dana hablando con él. Se encontraba situado enfrente de ella,
cogiéndole las manos mientras no paraba de halagarla, con poco disimulo se
acercaba y le susurraba palabras al oído con las consiguientes risitas, luego
le puso una mano en cada muslo acariciándoselos, mientras yo percibía como los
forzaba un poco a abrirse, estando Dana en esa posición con las piernas
bastante abiertas, le dijo,
- Ummmmm, que sorpresa, braguitas rojas, tu me quieres poner
malo, con lo que a mi me gustan esos colores fuertes, que delicia.
Yo asistía apesadumbrado a esa especie de cortejo hacia mi
esposa y desconocía que tuviera ninguna braga de ese color ni tan pequeñitas,
pensé que las habría comprado hace muy poco y me dolía no haber sido yo el
primero en vérselas puestas,
- Oye descarado, no te pases que está aquí mi marido, eres un
poco sinvergüenza, ja,ja,ja,
- Si a él no le importa, mira que carita más complaciente
tiene, las maravillas del mundo están para admirarlas, ¿Verdad que si,
pequeñín?
- Lo que ussssted diiiga, Doooon Jorge -contesté tremendamente
apocado
- Ja,ja,ja, bueno, ya está bien de charlar, venga dile a la
camarera que voy con vosotros, paga y vamos para adentro, que hoy voy a ser tu
anfitrión,..... no me des las gracias, que lo hago por lo bien que me habéis
caído, sobre todo tu mujercita.
- Pagué los 20 euros para que pudiera entrar nuestro
acompañante y pasamos para adentro, él con excesiva confianza me cogió del
hombro y me forzó a pasar delante mientras ellos marchaban detrás de mí, aunque
con su voz me dirigía a las diferentes estancias diciendo,
-Aquí están los baños, esta es la habitación del espejo, esta
la del sado, ¿Ves esa aspa de la pared?, la llaman La Cruz de San Andrés, es
para atar sumisos o maridos que no dan la talla, ahí te tenía que sujetar Dana
para espabilarte y jugar contigo ¿No te gustaría que lo hiciera? ja,ja,ja,ja
- No, no, no, se, - contesté sorprendido con la pregunta y sin
saber que debía decir
- Todo se andará, creo que tienes madera para muchas cositas,
amigo
- Aquí están los sofás, esta es la habitación de la cama
redonda......., jodeeer están de folleteo, uuummmmm, hay dos tíos y una
zorrona, que meneo le están dando, venid y mirar que seguro que no les
molesta...., ummmm, observa Dana, que cara de puta pone la guarra - Asomaros
sin problema, venga que no pasa nada, os va a gustar, ¡Porno del bueno y
gratis!.
Muy buen relato y el gran inicio del cornudismo para el maridito ¡
ResponderEliminarAsí fue, casi sin pretender que tal cosa ocurriera, pero de una situación fuimos a otras y cuando me quise dar cuenta estaba metida de lleno en un mar de deseos incontrolados
EliminarEs totalmente normal en cuanto te encuentras en una situación similar te dejas llevar por los instintos y acaba como tiene que acabar : disfrutando al máximo llegando en ciertos momentos a perder la cabeza .
EliminarOtra cosa en la cual estoy totalmente de acuerdo : el tema de los cuernos : es cierto que al principio duele un poco pero cuando va creciendo la madera todo se pone a tono y acabas disfrutando como un loco jejejejeje
En el tema del cornudo lo que sucede y es lo que he ido comprobando, es que se va acostumbrando a que su opinión no cuenta y por lo tanto adopta una posición pasiva y sumisa que no quiere decir que no los sufra.
EliminarLo que si te aseguro es que la que disfruta como una loca soy yo
Y contado por el propio cornudo. Los principios siempre son duros, pero lo que importa es el durante, y el final feliz (fdo: alfoforos)
ResponderEliminarComo lo sabes alfoforos, he oído decir que los cuernos son como los dientes; los primeros son los que más duelen
EliminarDefinitivamente me he quedado prendado de Dana. Y respecto a con quien me identifico mas... me encantaria que fuera la propia Dana quien me pusiera en el lugar que ella decida
ResponderEliminarQue bonito lulu, si tenemos oportunidad de conocernos, te aseguro que intentaré sacar de ti, la verdad de tu interior para ssaber en el lado que estás
ResponderEliminarDe Machoalfa1968
ResponderEliminarCon la poca sangre que me llega al celebre e pensado que quizás seria alagado y de justicia escribirte unas lineas por cada entrada que nos regalas.
comentarte que de concretarse un sesión me pone mucho que la graves en vídeo para tu uso o el publico. Siempre que guardes mi identidad en secreto es la mejor manera de asegurarme un recuerdo entre tanto buen semental que te as follado.Cosa que admiro, haces muy bien follando con cuanto semental te apetezca.
El respeto a la identidad de las personas que están conmigo es total y está asegurado, si hay algo que no puedo ocultar, no lo publico y punto, en tanto tiempo como llevo con esto aún tiene que ser la primera persona que se me queje por indiscrección.
ResponderEliminarAsí que si llegamos a conocernos y tener encuentro morboso, cuenta con toda mi garantía de respeto, por otra parte si hay recelo a las fotos o grabación, no hago nada.